lunes, 23 de agosto de 2010

revolucion cubista



Son distintos los motivos que facilitaron la aparición de esta revolución artística, verdadero factor libertador que originó una larga serie de movimientos afines posteriores: unos, surgidos del mismo movimiento, como el orfismo de Delaunay, el purismo, el vorticismo o el neocubismo; y otros como el futurismo en ltalia, el constructivismo en Rusia, el neoplasticismo en los Paises Bajos o el suprematismo de Malevich.
Hasta ahora, los pintores habían expresado las tres dimensiones de la forma sobre una tela de dos dimensiones mediante la utilización de los principios y de las técnicas de la perspectiva. Los pintores cubistas negaban esta solución, que consideraban como un falseamiento, y querían expresar el volumen y el espacio mediante una superposición de planos, representando, a la vez, las partes vistas y las escondidas, o descomponiendo y yuxtaponiendo el color y la forma. Su trabajo fue una búsqueda constante de la profundidad. No puede decirse, sin embargo, que esta nueva forma de expresión de la profundidad fuera una tercera dimensión, sino que más bien era una experiencia de la reversibilidad de las dimensiones, una visión global en la cual la altura, la profundidad y la distancia coexistieran a la vez. La forma externa, la que envuelve los cuerpos, era un elemento secundario; por lo tanto era necesario romper con él y tomar las formas puras que lo constituyen: cubos, cilindros, conos...
Fue, en esencia, un movimiento realista; no negaban la pintura figurativa, sino sólo rechazaban los métodos que se utilizaban para la figuración. Cuando pintaban cualquier tema, querían encontrar su imagen más real, para lo cual evitaban ceñirse a puntos de vista parciales o a visiones limitadas. En cuanto al color -y en contraposición a los movimientos impresionistas y fauvistas, que lo convertían en el centro de sus experiencias-, el cubismo, especialmente el de Picasso, propugnaba un retorno a la disciplina lineal. Así, a menudo descomponen la realización del cuadro en dos fases: la primera la dedicaban al planteamiento o composición; y en la segunda utilizaban el color para da más fuerza. El cubismo, como reacción contra las corrientes naturalistas de la época, pretende, mediante un proceso intelectual, reconstruir la realidad de los objetos analizando y estudiando su estructura.
Los artistas, inmersos en una Europa que estaba viviendo una etapa de desarrollo industrial alienador, que se reflejaba incluso en el carácter "industrializado" de la enseñanza artística que se impartía en las academias, encontraron, en el simplismo de Rousseau y en el vitalismo fauvista primero, y más tarde en el estructuralismo cezanniano y en la rotundidad de las esculturas negras, una solución liberadora del mundo que les torturaba. Picasso y Braque traducen al movimiento cubista estos deseos de revolución estética. El hombre se encuentra ahora sometido a un mundo racional, rodeado de máquinas y cemento, ajeno a la naturaleza. El cubismo parece una parodia de este mundo industrial y suprarracional: los objetos cobran en sus manos un valor mecánico y se organizan los unos con los otros en virtud de complicadas articulaciones de carácter lógico. Parece también un ensayo de estructurar el mundo en unas perspectivas geométricas puramente racionales, no visuales: nuestros sentidos no coinciden, la geometría que vemos no es la que comprendemos, la geometría de Euclides no es la que ven nuestros ojos. Los cubistas quieren corregir este error sensorial: rompen la perspectiva tradicional y destruyen un mundo amable al mostrarnos un mundo natural que nosotros hemos convertido en una ecuación de intereses. El cubismo nos presenta un mundo que no vemos, pero que sentimos; es, por lo tanto, una vivencia, una forma de expresionismo: la sensación de vivir en un mundo mecanizado, caótico, de ciencia-ficción... es una respuesta a la angustia de la incomunicación.
El deseo cubista de representar la esencia verdadera del objeto fue el motor que impulsó su investigación estética, entendiendo por "esencia verdadera" el objeto tal como era y no tal como aparentaba. Por esto rechazaban la perspectiva, porque la consideraban como una mistificación de la realidad. Daban el máximo valor al objeto y menospreciaban cualquier intento de representar la atmósfera y la profundidad visual. En principio negaban, incluso, la propia personalidad del artista, por opinar que la obra no tenía que representar su realidad sino la realidad del objeto. Este radicalismo motivó que las obras realizadas por Picasso y Braque durante la etapa del cubismo analítico sean, en muchas ocasiones, difíciles de distinguir, ya que tenían una temática y un tratamiento muy parecidos.
La técnica que utilizó el cubismo para representar este realismo del objeto fue muy variada, pero se basó, esencialmente, en el objetivo de dar una visión múltiple y simultánea. Esta visión desde puntos de vista diferentes a la vez expresaba el volumen mediante la superposición de planos y, a veces, la interpretación de las formas. El resultado conseguido con este método adquiere la apariencia de una imagen poliédrica difícil de identificar. El predominio de los actos de la mente sobre los sentidos se refleja, también, en la gran importancia que, en la pintura, asumía la forma sobre el color. El cubismo no solamente relegaba el color a un segundo lugar respecto a la forma, sino que, dentro de una monocromía austera y monótona, utilizaba únicamente las gamas grises y oscuras al lado de los ocres y tierras. Construía la forma dando a cada variación de color o de tono un plano diferente y remarcando cada variación de la forma
con un cambio de color. Los cubistas depositaban simplemente el color y evitaban la pincelada, que, de alguna manera, habría podido expresar el estado anímico del artista en detrimento de la realidad del objeto. El sistema de las visiones múltiples y simultáneas, que utilizaban para expresar volumen, les servía también para expresar el movimiento, que representaban mediante visiones múltiples de las diferentes posiciones del objeto, distante en el tiempo. Era la versión cubista de la dimensión espacio-tiempo.
POR :DANIELA SORIANO 9C

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